El día pasa y no quieres ser nadie...nadie que esté a tu puto lado, no quieres ser tú, no quieres ser nada.
En ese momento solo piensas en una cosa, partirle la cara, darle un puñetazo, matarlo...pero te das cuenta de una cosa, de solo una maldita cosa y es que no quieres, tus puños dicen si, tu cabeza no.
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