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10 de noviembre de 2013

Tempus tererent

Labios amargos, sabor a soledad.
Destellos de ojos difuminados en el olvido.
Pasión extinta.
Un fugaz te quiero; olvidadizo y lejano ya.

Palabras entrelazadas con destellos punteados de amor,
caen corredizas como lágrimas en ojos secos.

Sentimientos fugaces vuelven a mi cabeza
como si fueran un eclipse derrotado;
martillean y retumban las risas sarcásticas
en esta vida tan dura y tenaz.

Y acurrucado en un plato de ducha,
mientras la luz del pasillo parpadea,
giro el grifo y lo desplazo con lentitud.
Voy inundando con mis lagrimas el agua fría y afilada
que se clavan en mis hombros,
desnudos de alma y corazón,
y que intenta recordar, por fin el tiempo, vivido atrás.

El tiempo vivido es tiempo.
El tiempo expirado es  marchito.
Y el tiempo deseado es aquel del que nos arrepentimos alguna vez de no utilizarlo, o aquel que al anhelamos. 

3 de noviembre de 2013

Volver a empezar

Volver a escribir, algo que me he planteado innumerables veces y que nunca lo he llevado acabo.

¿Por qué ? No lo se.
¿El motivo? ... Tampoco.

Tan solo debo poner reset a mi pasado. Y empezar un nuevo presente con un futuro impredecible. 
La complejidad de las palabras delimitan las líneas. Por eso estas se irán apareciendo con nuevas palabras enlazadas en cada oración descritas con cada adjetivo en cada anotación.


Reiniciar mi pasado para que mi presente y futuro sea otro es algo que a veces las personas debemos hacer. ¿Mí inspiración cual es? Eso es algo que hablare otro día en otra entrada.

EN ESTA VIDA EL RESET NO ES UNA OPCIÓN, ES UN PARCHE.