Ese día en el que te cansas.
Cambias, cambias radicalmente, no tienes miedo "Al que dirán", ni a estar solo, ni a ser ese chico que se arriesga a hacer el gilipollas con tal de que ella te preste atención un misero segundo, uno solo, porque en ese misero segundo que desprecian los demás lo habrás conseguido, habrás cambiado y habrás ganado.
Solo necesitamos a veces un segundo para cambiar todo.
1 comentario:
Dios esa impotencia es lo peor es uan mierda ser el segundo :S y has sabido trasmitirlo muy bien ME ENCANTO !
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