Todo o nada. Capitulo 3// El sueño.

Paseaba bajo los árboles…

Las hojas de los arboles se soltaban y volaban a mi alrededor. Me acariciaban el rostro como si de una mano fría y sensible se tratara. Dibujaban trazos de un sendero perdido, en el que solo un corazón puro lo encontraría. Las hojas me llevaron por este mismo sendero, hasta que llegue a la cima de alguna montaña perdida en la que los árboles me rodeaban.

 Al llegar allí, hasta aquella bella explanada. Las hojas como si de un brazo fuerte y duro fueran me empujaban hasta colocarme a la vera de un árbol majestuoso. Parecía ser el árbol más viejo del bosque. A su alrededor, árboles pequeños crecían y vivían bajo la protección del gran árbol. Las hojas me situaron a su vera como ya dije. Me hicieron sentarme en el musgo verdoso del campo y contemplar este paisaje que me mostraban. Un paisaje místico. Un paisaje sacado de un cuento de hadas, en el que las hojas eran sus guardianes y el gran árbol era el padre del bosque.

Contemple el amanecer. Un amanecer único…Diferente a los demás por el mero hecho de que ese amanecer en concreto tenía algo… Algo, mágico. Algo que las palabras en este texto no podrían plasmarlas, solo unos ojos  podrían ver este amanecer del que os hablo y unos oídos oír el canturreo de un ruiseñor a lo lejos.

¡Era algo mágico!

El sol iluminaba mi cara, haciendo que mi rostro se adormeciera tras esa mano de calor que me extendía… (Minutos más tarde me dormí. Me dormí apoyado en el majestuoso árbol…Todo parecía un sueño, como si nada hubiera ocurrido…Entonces…Desperté)

…¿Tengo hojas en los bolsillo de mis pantalones?... Anoche estaba en el bosque…